martes, 25 de marzo de 2008

La niebla se disipó...


Una disyuntiva, miles de opciones, y un sin fin de caminos que poder elegir.
Indecisión, niebla, tus ojos no son capaces de ver con nitidez, y tu cerebro se torna dudoso con toda la información que es capaz de captar.
Da comienzo un bucle que parece no tener fin, hasta que llega el fin.

En un instante todo cambia de color, el negro se va tornando gris, el gris, azul, el azul, verde, y así hasta que se tiñe de ese color que tanto te gusta.

Vuelves a sonreir, tu vida vuelve a tener sentido, vuelves a disfrutar de todo lo que te rodea, de mirar sin mirarte.

Porque alguien sencillo y corriente puede aportarte mucho más que un genio aplaudido por la multitud.

Encuentra a esos genios desconocidos y escúchalos atentamente, pero después serás tú y solo tú, quien decida si sus enseñanzas te son válidas.

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