sábado, 1 de mayo de 2010

La ventana

Me asomo a la calle a través de la ventana de mi cuarto en un día festivo, los comercios están cerrados y observo los rostros de aquellos que se atreven a salir a la calle, sus rostros están impregnados por la desolación y la desgana, nadie sonríe. Sus pasos están marcados por el camino a seguir, nadie camina sin rumbo, el destino a donde llegar está marcado antes de atravesar la puerta de casa.
Hoy también he observado que el hecho de que a mi cuarto entre una mayor o menor cantidad de sol depende del vaivén de un toldo del bloque de enfrente. A pesar de ser una nimiedad me ha paracido curioso.
A pesar del sentimiento que me transmiten esas caras, del día que es y de la situación en general hoy me levanté antes de que sonara el despertador, la música ha sonado toda la noche y yo dormí plácidamente. Hoy no tengo marcado ningún destino a donde llegar y aunque una extraña sensación invade mi mundo interior espero que no se apodere de mí más de lo debido, al fin y al cabo, hoy es festivo, hoy es sábado, hoy aún queda mucho camino por recorrer aunque no tenga claro hacia donde me quiero dirigir.

1 comentario:

El Náufrago dijo...

¿Recuerdas aquella noche
en la cabaña del Turmo?
Las risas que nos hacíamos
antes todos juntos
hoy no queda casi nadie de los de antes
y los que hay han cambiado.


Un abrazo desde la isla,
El Náufrago...